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Llenar el tanque de combustible de los coches estos días se ha convertido en una preocupación para los usuarios y no es de extrañar, pues los precios de la gasolina y el diésel están registrando subidas históricas a nivel mundial desde comienzos de 2022.
En nuestro país, el coste se sitúa ya en torno a más de 1,90€/litro y 1,80€/litro, respectivamente, lo que conlleva que repostar cueste hoy, de media, 25 euros más que hace un año. Por otro lado, que el precio del GLP esté en 0,926€/litro supone una diferencia entre este carburante y la gasolina de 0,87€/litro, un dato histórico jamás registrado.

España entre los países europeos que menos impuestos pagan por los combutibles

El Precio de Venta al Público (PVP) de los carburantes se establece teniendo en cuenta diferentes componentes.
En España se pagan, por lo general, menos impuestos por los combustibles que en la mayoría de los países de la UE, donde la media se sitúa en el 52% tanto para la gasolina sin plomo 75 como para el diésel. En nuestro país, el 50% del precio final de la gasolina y el 45% del diésel son impuestos; mientras que en Holanda o Finlandia este porcentaje asciende hasta casi el 60%. En el otro lado, Polonia, Bulgaria, Malta, Hungría y Rumania son los cinco países de Europa con menor carga fiscal sobre los carburantes.
En concreto, lo que paga un conductor cada vez que reposta se desglosa de la siguiente manera:

Costes de distribución y almacenamiento

Suponen un 16% del precio de la gasolina y un 15% del diésel. Sumados a los costes de la materia prima, conforman el Precio Antes de Impuestos (PAI).

IVA

Los carburantes tienen el 21%, pero la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (Ceees) ha pedido al Gobierno central bajarlo hasta el 10%.

Impuesto Especial de Hidrocarburos

Esta cantidad, fija, se aplica a cada litro de carburante repostado. Supone el 32% del PVP, es decir, 0,47€/litro para la gasolina y 0,38€/litro para el diésel.

Impuesto sobre Ventas Minoristas del Estado

Es un gasto -2,4 céntimos por litro-, al que tienen que hacer frente los usuarios.

Tasas al consumo de hidrocarburos

La nueva ley sobre tasas al consumo de hidrocarburos entró en vigor en 2019 y estableció dicha tasa en 7,2 céntimos por litro, tanto en gasolina como en diésel.
Pero los impuestos no son el único motivo que se puede atribuir a esta escalada de los precios; el conflicto entre Rusia y Ucrania, el encarecimiento del barril de petróleo y el aumento de la demanda también son factores a tener en cuenta.

Un escenario excepcional para el GLP

Esta coyuntura deja un escenario excepcional para el GLP y una oportunidad para quienes todavía no se han decidido por este combustible alternativo y ecológico. En cuanto a precios del carburante se refiere, la ratio entre el auto gas y la gasolina y el diésel se ha visto mejorado por primera vez desde hace muchos años. La diferencia entre el GLP y los carburantes tradicionales es de 0,87€/litro, lo que supone un ahorro para el bolsillo de aquellos conductores que cuenten con un vehículo propulsado por este combustible.

GLP y GNC, un incremento de precios desigual para dos combustibles totalmente diferentes

Todos los combustibles han subido de precio en 2021 -también el GLP-, pero, sin duda, el incremento más notorio está siendo el del Gas Natural Comprimido (GNC), al experimentar una subida del 128,3%. Esto se traduce en que el GNC, que antes valía 0,845€/kg y ahora cuesta 1,929€/kg, ha dejado de ser el combustible fósil más barato para convertirse en el segundo más caro, por detrás de la gasolina. Por tanto, a aquellos conductores que cuentan con un vehículo con GNC, ahora les cuesta el doble que hace un año llenar el tanque, según la Organización de Consumidores y Usuarios OCU).

¿Te compensa seguir pagando ese dinero?

Teniendo en cuenta estos datos y los precios por las nubes de la gasolina y el diésel -que no han tocado techo aún-, el GLP sigue siendo la alternativa más económica. Conducir un vehículo con auto gas GLP conlleva un ahorro de hasta el 45% respecto a ese mismo vehículo propulsado por gasolina y hasta un 25%, en el caso de vehículos de diésel. Los coches GLP, al ser bi-fuel y contar con dos depósitos, suelen tener una autonomía de hasta 1.200 km -más de 500km solo gracias al GLP-, por lo que tardarás más tiempo en volver a llenar el tanque. Además de estos ahorros económicos, optar por el GLP significa cuidar el planeta y mejorar la calidad del aire de las ciudades. Este combustible contamina mucho menos, ya que emite menos CO2 y dióxido de nitrógeno (NO2) que los combustibles convencionales; y permite contar con la etiqueta ECO, distintivo gracias al cual se puede acceder a ciudades como Madrid o Barcelona en las que ya están vigentes nuevas normativas de movilidad destinadas restringir el tráfico a los vehículos más contaminantes.